Crisis económica: Preocupa en Bariloche el cierre de comercios
Las aperturas de nuevos negocios y las bajas están empatadas este año. La Cámara de Comercio de Bariloche aseguró que un 15% de los que echan la persiana no lo denuncia por el alto costo del trámite.
El registro municipal de habilitaciones comerciales demuestra que el número de “altas” en lo que va del año es casi igual a las “bajas” o cierres. Pero desde la Cámara de Comercio aseguraron que son muchos los que no declaran su abandono de la actividad debido al costo y dan por hecho que “la caída se mantiene”.
El año pasado las bajas de comercios ya habían alcanzado una cantidad alarmante (520, sobre un universo total de 5.380 habilitaciones) y en lo que va de 2017 la tendencia parece mantener la misma línea.
Según informó esta semana la dirección de Inspección General del municipio, desde el 1 de enero hubo 328 altas de nuevos comercios y 324 trámites de baja.
Los rubros más comunes fueron los de venta de ropa y alquiler de equipos (en el microcentro), las despensas y comercios de alimentos en general, en los barrios. También se destacó la solicitud de habilitación para talleres y distintos servicios para el automotor, pero en hotelería y gastronomía no existe crecimiento alguno.
Desde la Cámara de Comercio advirtieron que ese virtual “empate” entre ingresos y salidas al sector mercantil no es tal, porque existe desde hace tiempo una subdeclaración de bajas.
El gerente de la entidad , Claudio Cabaleiro, dijo que “entre un 10 y un 15%” de los comercios que cierran no piden la baja de la habilitación. Dijo que para eso el comerciante debe estar al día con las tasas y pagar un arancel no inferior a los 2.000 o 3.000 pesos.
Según explicó, las bajas se informan recién cuando el local se vuelve a alquilar, porque es indispensable para habilitar el nuevo comercio.
Cabaleiro dijo también que “basta con caminar las calles” y contar los locales cerrados para ver la caída en la actividad. Señaló que en las primeras cuadras de Mitre, que viven casi exclusivamente del turismo, el impacto es menor. Pero se nota desde la cuarta cuadra en adelante, donde trabajan también con mucha clientela local. Lo mismo pasa en Onelli.
Indicó que además de la retracción en las ventas, al comercio barilochense le juega en contra el costo de los tributos municipales, que son “los más altos de la Patagonia”.